La formación académica realizada en estos últimos años, las distintas conferencias que he dictado como expositor invitado y el gran éxito que tuvo el ensayo sobre “LOS PRIVILEGIOS DEL INVERSIONISTA EXTRANJERO EN EL TLC CON ESTADOS UNIDOS” me llevaron a ir consignando apuntes, algunos hoy materializados en este ensayo.

No pretendo exponer un estudio formal y concienzudo sobre los temas aquí escritos, me anima más, poder sembrar inquietud en el lector con miras a que este se interese en nuevas oportunidades comerciales haciendo uso de las herramientas jurídicas internacionales y nacionales que el Estado moderno brinda. 

Nos encontramos en la cuarta Revolución Industrial la cual se centra en el desarrollo robótico e inteligencia artificial, tal transformación que vive la humanidad asusta a muchos por la posible amenaza en la eliminación de puestos de trabajo en virtud de la suplantación de mano de obra técnica o intelectual para ser reemplazada por los robots, estudios de la universidad de Oxford en el 2013 estimaron que cerca de la mitad de los empleos de Estados Unidos se podrían perder debido a la automatización en la próximas décadas; sea este un argumento más para que motive la iniciativa personal empresarial de aquellos emprendedores dueños de su propio futuro para arriesgarse a la conquista del mundo globalizado, innovando en proyectos futuristas creando sus propias empresas